El siguiente destino es Cuzco. Nos aconsejan que nos
adaptemos. Que la noche antes no se beba mucho, no se coma mucho. Y aconsejan
tomar los caramelos de hojas de coca. QUE NO ES COCAÍNA, CONSTE. Y el té de
hojas de coca. La hoja de coca es uno de los productos más nutritivos del
mundo. El té de hojas de coca tiene propiedades buenas para el proceso
digestivo. También es una gran fuente de energía y producto dietético. Ayuda a
equilibrar la inestabilidad biológica que produce el cansancio y el estrés.
Tiene propiedades analgésicas, es agente de limpieza sanguínea y estimulador
respiratorio.
En fin, que en Cuzco la altura puede afectarnos.
Volamos con LAN, una compañía peruana bastante buena.
Buen servicio, buenos aviones, todo muy correcto. Cuzco está situada en la
vertiente oriental de la cordillera de los Andes. Antiguamente fue la capital
del imperio inca. Se declaró patrimonio de la humanidad en 1983. Se le llamaba
cosco o algo así antes de la llegada de los españoles. Como estos se liaban con
el nombre acabaron llamando a la ciudad Cuzco. Dicen que había grupos ya
viviendo en el valle de Cuzco antes de los incas. Los españoles quisieron ir
hasta Cuzco y capturar a Atahualpa. Cuando vencieron se dedicaron a organizar
la ciudad al estilo español. El estilo que tiene todavía. Está la plaza de
armas y plaza principal. Y construyen la catedral. La ciudad se convirtió en un
importante centro comercial y cultural de los andes.
Los terremotos destruyeron la ciudad unas cuantas
veces, pero de todo se salía. Si sobrevivieron a los españoles, los terremotos
eran “ pecata minuta”. (Esto es de mi cosecha, si me lo permiten…)
Como elemento religioso conocido me llamó la atención
el llamado Señor de los temblores. Que era un Cristo que ayudaba en caso de
terremotos. Y lo sacan en procesión. Y es de color. Oscuro, digo. Y muy bonito.
Los lugares que vimos y que son dignos de visitar son
el barrio de san Blas. Lleno de artesanos, talleres, tiendas. Con calles
estrechas y antiguas casas construidas por españoles sobre cimientos incaicos.
También está el palacio de Inca Roca que pertenece al palacio arzobispal. La
catedral se construyó en 1539 sobre la base del palacio de Viracocha inca. Éste
era un gobernante inca. Se cree que parte de las piedras eran bloques
reutilizados de la fortaleza de Sacsayhuamán. La catedral tiene interiores
barrocos y platerescos. Tiene bellos altares de madera tallada. La plaza de
Armas fue testigo de cosas importantes como la proclamación de la conquista de
Cuzco por parte de Francisco Pizarro. También allí se cree que murió Tupac
Amaru II, caudillo de la resistencia indígena.
También está la iglesia de la compañía de Jesús. Que
también se hizo sobre las bases de Amarucancha o palacio del inca Huayna Capac.
Su fachada es de piedra tallada y su altar mayor se reviste de pan de oro.
Y Coricancha, un santuario dedicado al sol en la época
inca. Ahí se construyó el convento de Santo Domingo de estilo renacentista. Los
alrededores de Cuzco son sumamente interesantes. Como a dos kilómetros está la
fortaleza de Sacsayhuamán. Con muros megalíticos. Se realizó por los incas en
su época de apogeo. Desde la fortaleza hay una vista magnífica de la ciudad.
Está a una altura de 3.700 metros. Tienes la sensación de que la cabeza te va a
estallar y te falta oxígeno. Pero vale la pena. No obstante si padeces del
corazón, mejor no vayas. Y hay que tomar hojas de coca para reanimarse. O eso
te aconsejan. Me pregunto si será un placebo. De todas formas a la vuelta, en
el hotel, me tomé un paracetamol. Y me vino bien. Pero la gente estaba
desparramada, cansada, con cara de pocos amigos. Pero resignados. Porque
estábamos allí y era para algo.
En la fortaleza de Sacsayhuamán hay una flora y fauna
magnífica. Y turistas. Pocos europeos. Muchos latinoamericanos. Y
norteamericanos. Llaman la atención los muros de piedras enormes. La pregunta
es cómo llegaron a transportar las piedras. Y cómo llegaron a encajarlas con
tanta precisión. Hay figuras en las piedras y túneles subterráneos. Se cree que
era una fortaleza militar donde se entrenaba a los guerreros. Pero podía haber
sido un gran templo. No se sabe con seguridad. Dentro de la fortaleza había
almacenes de alimentos y armas. Canales para distribuir el agua. Tronos, baños,
anfiteatros…
También visitamos Kenko, una pequeña colina. Es un
adoratorio que existía en el estado inca. Se compara por su valor con Machu
Pichu. Tiene una plaza semicircular llamada anfiteatro.
Y puca pucara que es un conjunto arqueológico con
construcciones de planta rectangular.
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